Premio: Cuéntame tus secretos
Hola… 80 años sin actualizar este blog jajaj ya lo estaba dando por
muerto pero… Marifer me ha dado un premio que me intereso bastante. Mujer,
tienes un don con los premios jajajajja
Entonces…el premio consiste en mencionar 7 manías, caprichos u
obsesiones que tengas y rara vez reveles, para después pasar el
premio a 5 personas más. Además de indicar quien te lo entregó y compartir
la imagen del premio.
Ok, estas serían las mías:
·
No soporto usar sostén, en cuanto llego a casa
me lo quito ya sea verano o invierno.
·
Siempre tengo que andar con crema de manos,
SIEMPRE, me pone de mal humor sentir las manos secas
·
Estoy obsesionada con París, aunque eso ya lo
sabe la gente que me conoce ajjaja
·
Estoy obsesionada con los Minions y tengo uno de
peluche que dice frases
·
Me gusta escribir pero nunca he podido terminar
algo (no sé si cuenta jaja)
·
No puedo con los ruidos constantes, jamás,
nunca, me ponen de pésimo humor
·
Las polillas… manias… pienso que me comerán el
cerebro
Bueno, esta vez no seguiré la regla de pasárselo a alguien,
la gente que conozco ya fue nominada por otra gente que conozco jajajajaj y los
que no, pues pueden llevárselo :D
Sofi
Cierro los ojos y recuerdo el sueño, verte tan lastimada, tan mal me hace llorar, pero no puedo quitar la sensación de felicidad que sentí cuando pude abrazarte de nuevo. Aun extraño el calor de tu cuerpecito acurrucado a mi lado, hoy más que nunca, tus ataques de locura cuando corrías por toda la casa, la alegría que expresabas cuando me veías, tu cariño cuando estaba triste y lloraba, tus increíbles defensas cuando alguien intentaba molestarme, eras un Titán en un cuerpo miniatura.
La vida nos junto, nos hizo querernos desde el primer momento en que nos vimos, cuando de entre todos tus hermanos fuiste la que se acerco a mi y no se alejo más, la que con esos ojitos me robo el corazón y se llevo un trozo de el consigo. Mi Sofía, mi negrita albina, mi compañera por 5 años, como lamento no haber estado cuidando de ti como debí, no haber estado cuando me necesitabas... haberte fallado.
Te extraño demasiado.
La vida nos junto, nos hizo querernos desde el primer momento en que nos vimos, cuando de entre todos tus hermanos fuiste la que se acerco a mi y no se alejo más, la que con esos ojitos me robo el corazón y se llevo un trozo de el consigo. Mi Sofía, mi negrita albina, mi compañera por 5 años, como lamento no haber estado cuidando de ti como debí, no haber estado cuando me necesitabas... haberte fallado.
Te extraño demasiado.
vueltarevuelta (?)
—Estoy cansada, cansada de aparentar que la vida es perfecta,
cansada de sonreír cuando no tengo ganas ni de moverme, cansada de tener todo a
medias, de sentirme mediocre, cansada de llorar de impotencia, de temor o
rabia, cansada de ver el tiempo pasar y sentirme atrapada en decisiones que no
quiero tomar. No quiero decidir, no me importa que en ello esté implicado mi
futuro, ya no quiero tener que pensar que es lo mejor, no quiero decidir qué
hacer, tengo miedo, estoy aterrada, carezco completamente del coraje que a
veces creen que tengo. No quiero tener que arriesgarme. —Respire profundo, ahogada por aquel
discurso —Vamos, que alguien decida por mí, que alguien, quien sea, que
se haga cargo y me diga que hacer.
—Tienes que hacerte cargo
Apoye la cabeza en el respaldo del sofá y resople fastidiada.
—¿Es que no escuchaste lo que dije?—ni siquiera lo mire, no tenía
necesidad, sabía perfectamente que me estaba mirando, alzando una ceja con la
boca fruncida en clara señal de enojo.
—Escuche cada palabra, lo que no implica que deba seguirte el juego y
decir que tienes razón
—Entonces solo cierra la boca y vete, no entiendo que hacer aquí. Ni
siquiera te importo— reí sin ganas, dejándome caer de lado para poder acostarme
en el sofá. Tenía ganas de quedarme así, inmóvil, con la cabeza en la nada.
—¿Por qué dices eso?
—¿Cuál de todas las cosas?—cerré los ojos tapándolos con mi brazo,
intentando, de alguna forma, alejarme de ahí.
—Todo. Sabes que me importas, sabes muy bien que debes hacerte cargo
de tu vida, sabes…
—Sí, lo sé todo— le interrumpí —el problema es que no quiero hacerlo.
Estoy harta, quiero ser nada, quiero ser aire, quiero ser una ameba
—No puedes serlo
—Solo mírame y veras que lo consigo— me sentía nerviosa, esa puta ansiedad
comenzaba a tensarme cada musculo, me alteraba y me provocaba llorar.
—No puedes seguir así, entre más demores peor se pondrá, debes
decidir, debes reaccionar
Mis uñas comienzan a enterrarse en las palmas de mis manos y mi mandíbula
se tensa en un punto doloroso, las lágrimas comienzan a caer sin que pueda detenerlas
y la angustia me aplasta el pecho.
—Basta— susurro con la garganta apretada —no quiero escuchar lo que ya
tengo claro, estoy cansada de tratar de salir a flote, de tratar de no
decepcionar, de no sentirme lo peor— el aire se me corta y siento su presencia
a mi lado, se acomoda en el sofá, rodeándome con sus brazos e instintivamente
me acurruco contra él.
Su mano acaricia mi cabello y solo puedo aferrarme a su camiseta y
esconder la cara en su pecho.
—Todo estará bien— deja un beso en mi frente, mientras me abraza más
fuerte
—¿Y si no?—solo lo escucho suspirar, y me hace sonreír. Al menos no
soy la única que ve oscuro el futuro ahora.
Habemus Mentis!!
No, no hablo de mentitas! hablo de la super antología creada por los locos de "La Secta"
Costo que saliera pero mas vale tarde que nunca!
Costo que saliera pero mas vale tarde que nunca!
Pasen a ver, seguro no se arrepentirán!
Perdón
Perdón por ser idiota
Perdón por mi mal humor
Perdón por arruinarte la vida
Perdón por no ser lo que debería
Perdón por no soportarme y no soportarte
Perdón por querer que desaparezcas
Perdón por haber tomado una mala decisión, suelo hacerlo
Perdón por todo lo que no hice, hago o haré
Perdón por querer desaparecer
Lo siento, de verdad
Perdón por ser idiota
Perdón por mi mal humor
Perdón por arruinarte la vida
Perdón por no ser lo que debería
Perdón por no soportarme y no soportarte
Perdón por querer que desaparezcas
Perdón por haber tomado una mala decisión, suelo hacerlo
Perdón por todo lo que no hice, hago o haré
Perdón por querer desaparecer
Lo siento, de verdad
...
"Y la noche al final se ha convertido en mi momento para auto-lacerarme
el alma, mis malditos demonios acechan divertidos, esperando el momento para
saltar por mí, algunos son más sutiles y me llevan de a poco, otros caen de una
sola vez, cortándome el aliento. Pero sea cual sea, al final siempre termino un
poco peor que la noche anterior, con ganas de gritarle a la puta vida, de
pedirle explicaciones, de que tenga cojones de decirme ¡¿Por qué?!, quien es el
que se divierte viéndome en el suelo, seguro es un gran espectáculo, pero sepa usted que los
muñecos se rompen, por mas resistentes que parezcan.
¿Karma?, estoy segura que bastante tengo que pagar de esta
vida, y aun no sé que debo de las anteriores. Probablemente me las quieran
cobrar juntas, quizás otra vida no habrá para lo que me quede de alma, y quizás
me resten muchas más noches para entretenerme destruyéndome."
Extracto de algo que quizás llegue a existir
—¡Cálmate! — la abrace con fuerza para evitar que hiciera
algo estúpido. Sus gritos destrozaban mis oídos pero no podía dejarla sola, no quería
que se hiciera daño.—Tranquila, solo respira— le dije intentando llevarla hasta
el sofá. Mis brazos la aprisionaban con fuerza y sus insistentes intentos por
soltarse no tenían resultados.
Sentía su cuerpo tenso, y su corazón martillando con fuerza.
—Todo está bien— susurre cuando dejo de gritar. Sus ojos me miraron
con una mezcla de rabia y dolor que me impacto.
—¡Nada está bien!— grito en mi cara alejándome de un fuerte empujón.
La vi agarrar un florero y estamparlo contra la pared.
—¡Todo esta jodidamente mal!—siguió gritando mientras el cenicero se
volvía pedazos junto al florero —¡Me tienen harta, quiero que se vayan todos y
que me dejen en paz!— cayó con rodillas y manos entre los cristales, estaba tan
ida que ni siquiera se percató de los cortes en su piel.
Su trenza se había desarmado y buena parte de su pelo caía ocultando
su cara.
—Solo quiero un poco de tranquilidad, de silencio, de soledad— susurró
con la voz entrecortada por su llanto. Se sentó de rodillas abrazando su
cintura con fuerza, como si se estuviera desarmando. —Quiero que desaparezcan,
no soporto escucharlos ni verlos, estoy harta de andar preocupada, de sentir
que todo se fue a la mierda y al instante siguiente ver de vuelta el cuento de
hadas. Estoy cansada de esperar cosas que jamás pasaran, de inventar historias
en mi cabeza, de intentar arreglar el mundo y a las personas… estoy harta de
desear con tantas fuerzas cosas imposibles.-
Me acerque despacio arrodillándome con cuidado a su lado, tomé sus
manos para revisarlas y vi la sangre brotar por todos esos pequeños cortes.
—No me digas que hay cosas peores, que otras personas la pasan peor…
no vivo esas vidas, vivo esta y es una pesadilla— un suspiro agotado salió de
su garganta.
No intente darle consuelos sin sentido, solo la abrace y deje que
apoyara su frente en mi hombro para que llorara todo lo que necesitaba, para
que sacara de su cuerpo esa rabia y ese dolor.
No podía hacer más y eso me
mataba también.
Me siento cansada y adolorida, la piel de mis muñecas y
tobillos arde pero al menos ha dejado de sangrar.
Suelto un suspiro, agotada. Necesito descansar, necesito que
dejen de usarme, duele… duele demasiado.
Acaricio las cuerdas que rodean mis muñecas, aquellas que me
mueven al antojo de quien juega conmigo. He intentado cortarlas, pero es
imposible, no tengo la fuerza suficiente.
Estiro mi rodilla derecha y escucho (y siento) el crujido de
mis articulaciones. Un grito de dolor y rabia quiere escapar de mi garganta
pero lo ahogo, me muerdo con fuerza el labio e intento respirar de nuevo. Puedo
sentir el sabor de la sangre en mi lengua, mis dientes han vuelto a perforar mi
carne.
Quiero recostarme, dormir toda una vida, pero solo puedo
permanecer sentada, mis hilos impiden que me mueva.
Escucho pasos y sé que vienen por mi otra vez.
¿Por qué no me dejan tranquila?
¿Por qué juegan conmigo? No quiero ser más la marioneta, no
quiero que me manejen a su antojo. Quiero que deje de doler.
Siento como tiran de mí para que me levante y una falsa
sonrisa se dibuja en mi rostro. Estoy tan acostumbrada a aparentar que ni
siquiera debo pensarlo.
Es más fácil si me dejo llevar, al menos así tiran menos.
Al final solo soy una maldita muñeca, un juguete, no importa
lo que sienta, solo existo para alegrar a los demás.