idea+sueñopesadilla = esto

 Ok, actualizo

Probablemente no tenga mucho sentido, pero la mayoría de lo que pongo aca no lo tiene :P

Desperté con el corazón en la garganta y las lágrimas recorriendo mis mejillas. Mi corazón latía a mil por hora y la angustia y la tristeza seguían agarradas con uñas y dientes a mí. Intentaba detener los sollozos que escapaban de mi boca, pero no podía, era tarea perdida. 

—Una vez me dijeron que si uno contaba sus sueños no se harían realidad— comencé a hablarte porque el silencio, como nunca, me estaba volviendo loca. —De algún modo siempre he creído en ello, además, es mejor contar los malos sueños para poder sacártelos de la cabeza— al fin logre dejar de llorar. 

Hablarte siempre me ha relajado, siempre me ha ayudado a sentirme mejor. Respire profundo, doble las rodillas para apoyar mi cabeza en ellas. Necesitaba sacar esa sensación de mí, sabía que contándolo lo lograría.

—Desaparecías— dije, mientras la opresión en mi pecho casi me dejaba sin aire—era extraño, ¿sabes?, no te despedías, no lo decías, solo no volvía a saber de ti. Creo que eso era lo que más me volvía loca, el no saber si te había sucedido algo. Pasaban los días, como pasan los días en un sueño, y yo comenzaba a desesperarme. Te escribía, te llamaba, hacía todo lo posible para saber de ti, pero no podía—las lágrimas volvieron a nublarme la vista y horribles escalofríos me recorrían completa— Necesitaba saber que estabas bien, era como si mi vida dependiera de ello, y quizás de algún modo fuera así. Dolía, dolía tanto… aun siento esa angustia. Solo quería saber que estabas bien, no me importaba si me habías dejado, incluso eso lo entendía, pero no saber si estabas bien o vivo me mantenía en el limbo. Entonces llegaba el día, al fin tenía noticias de ti, recuerdo que abría el mail con ansias, las que se acabaron al leer esas malditas palabras… Esta muerto, solo eso decía.

No pude evitar llorar nuevamente, abrazada a mis piernas y escondiendo la cara. Esperaba que no me hubieses escuchado, que tus sueños fueran mejores y no despertaras para escuchar mis temores. 

De repente la luz se encendió y giré la cabeza para verte a mi lado en la cama y la realidad me golpeo más fuerte que el sueño.

Ya no estabas y no lo estarías nunca más, no volverías a escuchar mis sueños jamás.