—No lo entiendes, nadie lo entiende. No quiero ser yo, me
frustra ser yo o ser lo que se supone que seré. Lo elegí yo misma, cada paso lo
pensé yo y lo decidí yo, pero como siempre mis decisiones no son las mejores.
Si pienso en el futuro lo único que hay es nada, eso, nada.
Lo había planeado muy bien, había intentado llevar a cabo mis planes, pero la
vida se encargó de hacerme ver lo ridículo de eso. Es que cuando pienso que
puedo seguir adelante, cuando creo que las ganas y la convicción volvieron a mí,
no lo logro, me abandonan, me ilusionan y luego desaparecen dejándome tirada.
¿Cómo lo hago ahora?, por favor dime que tienes una
respuesta, una luz de esperanza. Y aun así ¿de que servirá?, creo haber
escuchado todas las frases alentadoras que se pueden ocurrir, y sé que lo han
dicho creyéndolas, el problema es que yo no las creo, no me sirven, no se quedan
en mí.
Quiero desaparecer, no, no creas que quiero morir, es solo
hacerme invisible, quedarme en un rincón sin que nadie me vea ni se pregunte
por mí. No quiero que sientan pena por mí, no quiero que se preocupen, no
quiero arruinar más vidas, arruinando la mía creo que basta, lo peor es que sé
que no es la única.
No sé qué hacer conmigo, cada vez que creo que lo supere, vuelvo
a caer. Me escondo tras una sonrisa, una carcajada, evado mis problemas centrándome
en los demás, y pensé que al menos eso lo hacía bien, ayudar a los que quiero,
pero no, eso es otra cosa en la que soy un asco, y así acumulo y acumulo mierda
que hago mal.
Estoy cansada de… mí, me aburro, me detesto, me enferma todo
de mí. No quiero ser débil, no quiero estar así, quiero que al menos alguien
sienta orgullo de mí, pero ni yo puedo sentirlo, como lo harán los demás. Estoy
estancada intentando llegar a mi sueño pero sin ser capaz de recorrer el camino…— seque las
lágrimas e intente respirar profundo para aliviar la presión en mi pecho. Miré
a la mujer que seguía frente a mí con la mirada confundida y las ganas de
largarse grabadas en la cara.
—¿Va… va comprar algo?
La miré con una sonrisa avergonzada, es que claro, soltar un monologo
así como respuesta a un simple ¿Qué es lo que necesita?, era realmente extraño.
—Lo siento, solo deme el pastel de frambuesas, gracias.
4 comentarios:
13 de octubre de 2013, 1:50
Parece que es temporada de catarsis para todos.
13 de octubre de 2013, 1:51
debe ser la primavera
13 de octubre de 2013, 18:31
Crisis depresiva, algo típico en las indecisas a la hora de las compras!
Besos
2 de noviembre de 2013, 13:55
Aqui es inviernooooo!!!!!
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