No sea hijo de puta, deje propina

Ya sé lo que piensan, ¿Por qué trabaja? Lo sé soy una Sugar, debería estar dominando al mundo, pero ese es un asunto lento que necesita trabajo. Así que mientras me hago pasar por una persona común y corriente y trabajo para mantenerme en la vida (que las cosas cuestan y no puedo estar lavándole el cerebro a cuanto humano se me cruce, los dejaría imbéciles a todos, no es que sea algo malo, pero al final terminaría perdiendo la gracia)

En fin lo que venía a decir.

Estaba yo trabajando como toda una chica buena, atendiendo mis mesas con una gran sonrisa y una amabilidad que me llegaba a asustar. Todo auguraba que sería una noche floja, hacía frío y comenzaba a llover cada vez más fuertes. ¿Quien en su sano juicio saldría de su casa, a comer a otro lado, en esas condiciones?, increíblemente los hay, no tantos como me hubiese gustado pero los hay.

Eran algo así como las once de la noche y solo me había llegado un par de clientas, las cuales comieron poco, tomaron poco y dejaron poco (¬¬). Pero ese lado optimista que sale a relucir en algunos momentos, me decía que la cosa saldría mejor cuando vi que se sentaba en una de mis mesas una encantadora pareja. Con mi mejor sonrisa acudí a su encuentro, y con agilidad les ofrecí cervezas y cosas para comer.

Todo iba excelente, no hubo problema alguno con el pedido, fui rápida, no intente asesinarlos ni jugar con sus mentecitas, ¡era mi momento!... hasta que llego el instante de la cuenta.

Señoras, señores un consejo, antes de pagar en un país extranjero con una tarjeta de un banco de su nación ¡PREGUNTE SI LA ACEPTAN!, se ahorrara tiempo usted y le ahorrara tiempo al pobre infeliz que intenta pasar la tarjeta por la maquinita sin resultado alguno. Yo fui la pobre infeliz, tuve una ganas locas de pegarle con la mierda esa en la cabeza cuando la vi sacar 93287582375832 tarjetas diferentes, entre visas y demás. Otro consejo, no por que en otros locales le acepten la puta tarjeta significa que TODOS la aceptan, hagan caso a mi primer consejo, pregunten.

Al fin logre pasarle la jodida mierda con la que iba a pagar y cuando pregunto con un poco de timidez (raro, ¿no?) si incluirá propina en el pago con tarjeta, la señorita me dice que no, y yo pienso, genial la dejara en cash, efectivo, moneditas (mejor billetitos), lo que me lleva a un… ¿tercer consejo?, dele la propina a su mesero en efectivo, le descuentan un porcentaje de esta si la incluye en la tarjeta.

Así que fui con presteza a buscar su boleta para llevárselas y que la parejita pudiera irse a donde quisiera. Deje la boletita en su mesa y me despedí con una sonrisa, casi bendiciéndoles y deseándoles buen viaje. Me aleje y comencé a ordenar algunas cosas, estuvieron una media hora más conversando y terminándose la única cerveza que pidieron.

Cuando por fin abandonaron el lugar, volví a despedirme de ellos y fui a recoger las cosas sucias de la mesa y cuando finalmente abrí, con gran ilusión, la cosita esa (carpetita de cuero donde metes la boleta) para ver cuán solidarios habían sido, y encontré…!NADA!,

¿Quien deja cero peso?, es que tengo que ponerme un puto cartel que diga “Su propina es mi sueldo” y si piensan… “Pero Sugar, quizás eran chicos con poco dinero y eso”, les diré, NO LO ERAN, si lo hubiesen sido no habrían estado por esos lugares.

Y que puedo hacer yo, si fuera una chica normal solo habría puteado a los 4 vientos por lo hijos de puta que son algunas personas.

Pero no lo soy, y debo decir que Helena no estaba para nada contenta por lo que decidió tomar cartas en el asunto. Salió a buscarlos,le  fue fácil encontrarlos, solo estaban a una cuadra.

Chica sin sentido común se da vuelta al sentir una mano en su hombro, se asusta un poco al ver a la mesera que la había atendido detrás de ella. “Que sucede”, pregunta algo extrañada. Su novio sonríe con cara de bobo lo que hace que Helena quiera darle vuelta la mandíbula de un solo puñetazo.

Le digo a Helena que se calme, que no puede matarlos por eso, ella suelta un bufido que asusta al parcito. “Creo que has olvidado algo” sisea Helena con los ojos entrecerrados y rojos como la sangre.

Quiero decirles que ambos están vivos y enteros, sin mucho daño mental.

Pero si me entero que alguien no le dejó propina a la persona que amablemente lo atendió  (a esos idiotas que no hacen bien su trabajo ni lo piense, no lo merecen) los agarrare y los colgare de los pies para que caigan todas esas moneditas o billetitos que pudieron dar, y les meteré las jodidas tarjetitas en un lugar donde seguramente no querrán tenerlas guardadas.

Les aseguro que la chica sin sentido común y su novio, no volverán a olvidarlo. 

PD: puede que la ortografía y la redacción de mi pequeño descargo sea una mierda, perdón, son las 4.30, estoy muerta y un poco emputecida :D

Ahi se ven!