o.O

| 25 de agosto de 2013 | |


Sí, ¿diga? sustuvo el teléfono entre el hombro y la oreja mientras seguía preparando la ensalada para la cena. Guardó silencio un momento al no escuchar respuesta, se limpio las manos con el paño y miró el teléfono para ver si la llamada seguía. Aló volvió a hablar. Era extraño, podía escuchar ruido pero nadie contestaba.

—¿Donde dejaste el baúl?—la voz era casi un murmullo, un terrorífico murmullo que le recorrió la espalda como si fuera hielo. Maldita sea Kat, dime donde lo dejaste

Sus ojos se abrieron asustados, miró por la ventana de la cocina, hacia el jardín, prestando atención a las sombras que comenzaban a formarse con el atardecer. El terror de que estuviera a pasos de ella la estaba paralizando.

Tony, ¿de… de que hablas?—logró decir a través del nudo que se había formado en su garganta. 
—¡El puto baúl! Mierda Katia no tengo tiempo, dime ¡¿dónde lo escondiste?!— sonaba ansioso, y realmente furioso.
—¿El de Lucas? ¿Para que lo quieres?
Escúchame bien Katia, será mejor que busques ese puto baúl, lo necesito ahora
No sé donde está, no lo he visto desde…
No me importa, será mejor que lo encuentres…
¡Mami!—un lejano grito interrumpió a Tony. Kat se giró hacía la entrada de la cocina, buscando a Lucas con la mirada, cuando no lo vio se dio cuenta de lo que estaba pasando.
Lucas… Lu… sentía el retumbar de su corazón en los oídos, las lágrimas ardían en sus ojos y sus pulmones parecían haber dejado de funcionar, impidiéndole respirar.
Encuéntralo o te juro que ese pendejo será quien pague tu estupidez
Tony no…por favorel sonido del teléfono colgado la noqueo, era como una máquina de signos vitales anunciando la dolorosa muerte, y eso la volvió loca. Estrelló el aparato contra la pared y un grito desesperado rasgo su garganta, no podía ser cierto, no podía tener a Lucas.
No puede hacerle daño se repetía una y otra vez tratando de creerlo. Sus piernas dejaron de sostenerla, haciendola caer, la fria y dura cerámica se clavó en sus rodillas pero el dolor no fue nada comparado con lo que sentia en su pecho, se rodeo el torso con los brazos, se sentía desarmada, se caería a pedazos. Las lagrimas recorrían sus mejillas nublandole la vista y su respiracíon entrecortada rasgaba su garganta. 

No era capaz de creer que Tony fuera capaz de amenazar con matar a su propio hijo.  

4 comentarios:

H. Kramer Dijo:
25 de agosto de 2013, 1:02

más

Judith Dijo:
25 de agosto de 2013, 9:08

Intenso
mas
si

H. Kramer Dijo:
25 de agosto de 2013, 10:27

La bruja gótica me apoya.
Queremos más!

Bell Skade Dijo:
27 de agosto de 2013, 16:38

yo lo sigo pidiendo desde hace años :p

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