El lado "dulce" de una Sugar

| 10 de junio de 2012 | |

Desperté inquieta y con un humor de perros. Había un caos emocional en el ambiente que me estaba volviendo loca, era tan jodidamente fuerte que había logrado sacarme del exquisito sueño en el que estaba metida. Me levante como pude, arrastrando los pies y estirándome como oso saliendo de hibernación.

Pase delante del espejo que había en el pasillo y noté con algo de risa mi dulce aspecto, mi cabello parecía un nido de pájaros y el lado derecho de la cara tenía marcado la almohada.
La encontré en el sofá frente al ventanal de la casa, con la mirada perdida en el patio, y un libro en la mano derecha, el que luchaba por no caer al suelo.

— ¿Qué mierda te pasa?— el gruñido me salió espontaneo, debo decir que estaba haciendo un esfuerzo increíble por no ponerme a joder con sus caóticas emociones.
La chica pego un respingo y se giro algo sorprendida.
—Nada— contestó sin mucho ánimo, mientras volvía a agarrar el libro y pretendía leer.  
—No me jodas niña, ¿qué parte de “puedo detectar todas tus putas emociones” no entiendes?


Sus ojos color avellana me miraron cargados de fastidio, pero pude notar un brillo especial en ellos, como si quisiera llorar pero se contuviera.
Camine arrastrando los pies hasta el diván que se encontraba frente a ella, para luego recostarme, cerrar los ojos y entrelazar las manos sobre el pecho, como si me encontrara en la consulta de un sicólogo.

—Vamos, dime de una vez que está pasando por esa extraña cabeza tuya— murmure tratando de hacerla reír. A la pobre le había tocado lidiar con Helena y conmigo, nos había acogido en su casa sin siquiera tener que manipularla, aunque ella creía que sí.

Me miro alzando una ceja, probablemente estaba pensando que la única extraña en esa habitación era yo.

—No me pasa nada— bufó.
Abrí un ojo mirándola algo sorprendida, cada día que pasaba se le pegaban más nuestras costumbres, solo esperaba que no terminara matando a alguien un día.

Pasó la mano por su melena castaña, quitándose el molesto flequillo de los ojos.

—Deberías volver a cortártelo— le dije mientras acomodaba el mullido cojín bajo mi cabeza. 

Dioses, como adoraba ese diván, era el lugar más cómodo de la casa, luego de mi cama, claro.

—Me aburrí de tener flequillo, de hecho creo que me dejare crecer el pelo de nuevo— se agarro las puntas mirándolas indecisa —O de una vez me corto el pelo como niñito y paro de preocuparme por el

Solté una carcajada, la conocía bastante bien y sabia que intentaba desviar mi atención, lamentablemente las fluctuaciones de sus emociones eran demasiado intensas como para ignorarlas.

—Vamos enana, dime que sucede, me estas volviendo loca y me contengo solo porque me das techo y comida— y por qué de alguna forma comencé a preocuparme por aquella humana.

Soltó un suspiro casi inaudible, note como dejaba el libro sobre sus piernas y escondía la cara detrás de su cabello.
Mierda, la había cagado, ahora la tristeza y la angustia la cubrían. No estaba segura, pero probablemente estaba llorando.

—No me pasa nada, mi vida es perfecta—levanto la cabeza mirándome con una sonrisa de lo más falsa en la cara—No tengo problemas económicos, mi salud es buena, mi familia es feliz, mis estudios van bien, nadie me ha roto el corazón, no tengo ni un puto problema en mi vida, nada que me deba angustiar ni que me desvele en la noche

Me enderece en el diván algo confundida, puse los pies en el suelo, apoyando los codos en las rodillas y dejando descansar mi cabeza en las manos.

—¿Eso fue sarcasmo?

Su risa fue incluso más falsa que la sonrisa en su cara, sus ojos brillaban por las lágrimas contenidas, volviéndolos un poco más verdes.

—Lo divertido es que no, todo lo que dije es cierto— se dejo caer contra el respaldo del sofá, inclinando la cabeza hacia atrás, clavando los ojos en el techo. Una lagrima resbalo por su mejilla, la que seco rápidamente con brusquedad.
—No comprendo— mierda, a veces los humanos eran demasiado complicados.
—Yo tampoco— volvió a reír y a secarse la cara—Debería andar con una sonrisa pegada en la cara
—Pero si siempre andas así— Su mirada me descoloco, fue de esas que dan las mamas a sus hijos cuando estos no entienden y son demasiado ingenuos aun para entenderlo.
—Me siento vacía ¿sabes?, no me gusta estar así, me da miedo— volvió a soltar esa risa desganada y se mordió el labio dándome una sonrisa ladeada— Soy patética, ¿No crees?

Me levante y fui a sentarme a su lado, seque sus lagrimas de la forma más delicada que pude. Me ponía nerviosa esta situación, no estaba acostumbrada a ser amable y no sabía cómo hacer que alguien dejara de llorar, por lo general era la causante de las lagrimas y los gritos y… bueno de todo eso. La abracé torpemente, dándole palmaditas en la cabeza lo que la hizo reír, esta vez de verdad.

—No eres patética, solo eres humana. Estas asustada, las cosas están cambiando, quizás demasiado rápido, y eso debe tenerte asustada.
—¿Y el vacío?—Sentí que se acurrucaba entre mis brazos
—no se… ¿Tranquilidad?—aventure insegura—¿Sabes que creo?
—No, y dudo que sea algo bueno
Solté una carcajada, ahí estaba la entretenida humana que se había ganado un milímetro de mi corazón.
—Creo que lo que necesitas es un revolcón que te quite la estupidez de la cabeza.

Sentí un fuerte golpe en la cabeza, la mire asombrada, esa chica había perdido totalmente el respeto hacia mi persona, y ni hablar por el miedo. Solo ella podía golpearme sin miedo a que le arrancara la mano.

—Solo por eso te traeré al puto más feo que encuentre— Me levante de un salto y esquive el cojín asesino que me lanzo. La escuche reír y gritarme cuanto insulto conocía, y debo decir que soy una pésima influencia para ella. 
Suspire aliviada, sus emociones volvían a tranquilizarse y su cabeza volvía a actuar de la manera normal. La necesitaba, aunque no quiera admitirlo ni mucho menos decírselo a ella, la necesito, porque es la cuota de cordura que nos mantiene a Helena y a mí con vida.

7 comentarios:

Bell Skade Dijo:
10 de junio de 2012, 14:56

Hay hermana, yo creo que hasta en esto nos parecemos o.O el mismo estado de animo eso ya es grave -.-
Te quieroooo y unidas venceremoooos!!!!

H. Kramer Dijo:
10 de junio de 2012, 23:38

Mierda, creo que es contagioso...

Vane Dijo:
11 de junio de 2012, 12:16

Me ha gustado mucho, ams que lo demas que has escrito. Siento que aqui conocemos un poco mas y de alguna manera nos sentimos identificados. (:

sigue escribiendo!!!

Shen Mei Dijo:
11 de junio de 2012, 23:16

Es como ver la historia de mi vida :(

Unknown Dijo:
11 de junio de 2012, 23:22

También necesitas un revolcon Mei??!!!

Accesorios Melona Dijo:
13 de junio de 2012, 21:50

O= ...mi sugar... eso nos pasa a todos! pero te ha quedado genial :D jajaja eres mala influencia >.<

Laune Finster Dijo:
17 de junio de 2012, 13:43

ajajajajajajjajajjajajaajja me gusta¡¡

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