Premio: Cuéntame tus secretos

| 6 de febrero de 2015 | 5 comentarios |
Hola… 80 años sin actualizar este blog jajaj ya lo estaba dando por muerto pero… Marifer me ha dado un premio que me intereso bastante. Mujer, tienes un don con los premios jajajajja







Entonces…el premio consiste en mencionar 7 manías, caprichos u obsesiones que tengas y rara vez reveles, para después pasar el premio a 5 personas más. Además de indicar quien te lo entregó y compartir la imagen del premio.

Ok, estas serían las mías:

·         No soporto usar sostén, en cuanto llego a casa me lo quito ya sea verano o invierno.
·         Siempre tengo que andar con crema de manos, SIEMPRE, me pone de mal humor sentir las manos secas
·         Estoy obsesionada con París, aunque eso ya lo sabe la gente que me conoce ajjaja
·         Estoy obsesionada con los Minions y tengo uno de peluche que dice frases
·         Me gusta escribir pero nunca he podido terminar algo (no sé si cuenta jaja)
·         No puedo con los ruidos constantes, jamás, nunca, me ponen de pésimo humor
·         Las polillas… manias… pienso que me comerán el cerebro


Bueno, esta vez no seguiré la regla de pasárselo a alguien, la gente que conozco ya fue nominada por otra gente que conozco jajajajaj y los que no, pues pueden llevárselo :D 

Sofi

| 21 de octubre de 2014 | 2 comentarios |
Cierro los ojos y recuerdo el sueño, verte tan lastimada, tan mal me hace llorar, pero no puedo quitar la sensación de felicidad que sentí cuando pude abrazarte de nuevo. Aun extraño el calor de tu cuerpecito acurrucado a mi lado, hoy más que nunca, tus ataques de locura cuando corrías por toda la casa, la alegría que expresabas cuando me veías, tu cariño cuando estaba triste y lloraba, tus increíbles defensas cuando alguien intentaba molestarme, eras un Titán en un cuerpo miniatura.
La vida nos junto, nos hizo querernos desde el primer momento en que nos vimos, cuando de entre todos tus hermanos fuiste la que se acerco a mi y no se alejo más, la que con esos ojitos me robo el corazón y se llevo un trozo de el consigo. Mi Sofía, mi negrita albina, mi compañera por 5 años, como lamento no haber estado cuidando de ti como debí, no haber estado cuando me necesitabas... haberte fallado.
Te extraño demasiado.


vueltarevuelta (?)

| 24 de julio de 2014 | 3 comentarios |
—Estoy cansada, cansada de aparentar que la vida es perfecta, cansada de sonreír cuando no tengo ganas ni de moverme, cansada de tener todo a medias, de sentirme mediocre, cansada de llorar de impotencia, de temor o rabia, cansada de ver el tiempo pasar y sentirme atrapada en decisiones que no quiero tomar. No quiero decidir, no me importa que en ello esté implicado mi futuro, ya no quiero tener que pensar que es lo mejor, no quiero decidir qué hacer, tengo miedo, estoy aterrada, carezco completamente del coraje que a veces creen que tengo. No quiero tener que arriesgarme. —Respire profundo, ahogada por aquel discurso —Vamos, que alguien decida por mí, que alguien, quien sea, que se haga cargo y me diga que hacer.
—Tienes que hacerte cargo

Apoye la cabeza en el respaldo del sofá y resople fastidiada.

—¿Es que no escuchaste lo que dije?—ni siquiera lo mire, no tenía necesidad, sabía perfectamente que me estaba mirando, alzando una ceja con la boca fruncida en clara señal de enojo.
—Escuche cada palabra, lo que no implica que deba seguirte el juego y decir que tienes razón
—Entonces solo cierra la boca y vete, no entiendo que hacer aquí. Ni siquiera te importo— reí sin ganas, dejándome caer de lado para poder acostarme en el sofá. Tenía ganas de quedarme así, inmóvil, con la cabeza en la nada.
—¿Por qué dices eso?
—¿Cuál de todas las cosas?—cerré los ojos tapándolos con mi brazo, intentando, de alguna forma, alejarme de ahí.
—Todo. Sabes que me importas, sabes muy bien que debes hacerte cargo de tu vida, sabes…
—Sí, lo sé todo— le interrumpí —el problema es que no quiero hacerlo. Estoy harta, quiero ser nada, quiero ser aire, quiero ser una ameba
—No puedes serlo
—Solo mírame y veras que lo consigo— me sentía nerviosa, esa puta ansiedad comenzaba a tensarme cada musculo, me alteraba y me provocaba llorar.
—No puedes seguir así, entre más demores peor se pondrá, debes decidir, debes reaccionar

Mis uñas comienzan a enterrarse en las palmas de mis manos y mi mandíbula se tensa en un punto doloroso, las lágrimas comienzan a caer sin que pueda detenerlas y la angustia me aplasta el pecho.

—Basta— susurro con la garganta apretada —no quiero escuchar lo que ya tengo claro, estoy cansada de tratar de salir a flote, de tratar de no decepcionar, de no sentirme lo peor— el aire se me corta y siento su presencia a mi lado, se acomoda en el sofá, rodeándome con sus brazos e instintivamente me acurruco contra él.
Su mano acaricia mi cabello y solo puedo aferrarme a su camiseta y esconder la cara en su pecho.
—Todo estará bien— deja un beso en mi frente, mientras me abraza más fuerte
—¿Y si no?—solo lo escucho suspirar, y me hace sonreír. Al menos no soy la única que ve oscuro el futuro ahora.


| 25 de marzo de 2014 | 2 comentarios |
Patética
Lo sé
Te sobre valoras
Eso también lo sé
Eres una idiota
Deberías comenzar a decir cosas que no sepa
Desaparece
No puedo
¿Por qué?

… no lo sé 
| 4 de marzo de 2014 | 2 comentarios |
A veces tengo ganas de estrellarme en la bici contra un árbol.
Eso.

Habemus Mentis!!

| 26 de febrero de 2014 | 5 comentarios |
No, no hablo de mentitas! hablo de la super antología creada por los locos de "La Secta"
Costo que saliera pero mas vale tarde que nunca!





Pasen a ver, seguro no se arrepentirán! 

| 5 de febrero de 2014 | 3 comentarios |
Perdón
Perdón por ser idiota
Perdón por mi mal humor
Perdón por arruinarte la vida
Perdón por no ser lo que debería
Perdón por no soportarme y no soportarte
Perdón por querer que desaparezcas
Perdón por haber tomado una mala decisión, suelo hacerlo
Perdón por todo lo que no hice, hago o haré
Perdón por querer desaparecer
Lo siento, de verdad
| 1 de febrero de 2014 | 3 comentarios |
Masoquismo nocturno... mi nueva tendencia


...

| 24 de enero de 2014 | 2 comentarios |
"Y la noche al final se ha convertido en mi momento para auto-lacerarme el alma, mis malditos demonios acechan divertidos, esperando el momento para saltar por mí, algunos son más sutiles y me llevan de a poco, otros caen de una sola vez, cortándome el aliento. Pero sea cual sea, al final siempre termino un poco peor que la noche anterior, con ganas de gritarle a la puta vida, de pedirle explicaciones, de que tenga cojones de decirme ¡¿Por qué?!, quien es el que se divierte viéndome en el suelo, seguro es un gran espectáculo, pero sepa usted que los muñecos se rompen, por mas resistentes que parezcan. 

¿Karma?, estoy segura que bastante tengo que pagar de esta vida, y aun no sé que debo de las anteriores. Probablemente me las quieran cobrar juntas, quizás otra vida no habrá para lo que me quede de alma, y quizás me resten muchas más noches para entretenerme destruyéndome."

Extracto de algo que quizás llegue a existir 

| 12 de enero de 2014 | 3 comentarios |

—¡Cálmate! — la abrace con fuerza para evitar que hiciera algo estúpido. Sus gritos destrozaban mis oídos pero no podía dejarla sola, no quería que se hiciera daño.—Tranquila, solo respira— le dije intentando llevarla hasta el sofá. Mis brazos la aprisionaban con fuerza y sus insistentes intentos por soltarse no tenían resultados.
Sentía su cuerpo tenso, y su corazón martillando con fuerza.
—Todo está bien— susurre cuando dejo de gritar. Sus ojos me miraron con una mezcla de rabia y dolor que me impacto.
—¡Nada está bien!— grito en mi cara alejándome de un fuerte empujón.
La vi agarrar un florero y estamparlo contra la pared.
—¡Todo esta jodidamente mal!—siguió gritando mientras el cenicero se volvía pedazos junto al florero —¡Me tienen harta, quiero que se vayan todos y que me dejen en paz!— cayó con rodillas y manos entre los cristales, estaba tan ida que ni siquiera se percató de los cortes en su piel.
Su trenza se había desarmado y buena parte de su pelo caía ocultando su cara.
—Solo quiero un poco de tranquilidad, de silencio, de soledad— susurró con la voz entrecortada por su llanto. Se sentó de rodillas abrazando su cintura con fuerza, como si se estuviera desarmando. —Quiero que desaparezcan, no soporto escucharlos ni verlos, estoy harta de andar preocupada, de sentir que todo se fue a la mierda y al instante siguiente ver de vuelta el cuento de hadas. Estoy cansada de esperar cosas que jamás pasaran, de inventar historias en mi cabeza, de intentar arreglar el mundo y a las personas… estoy harta de desear con tantas fuerzas cosas imposibles.-
Me acerque despacio arrodillándome con cuidado a su lado, tomé sus manos para revisarlas y vi la sangre brotar por todos esos pequeños cortes.
—No me digas que hay cosas peores, que otras personas la pasan peor… no vivo esas vidas, vivo esta y es una pesadilla— un suspiro agotado salió de su garganta.

No intente darle consuelos sin sentido, solo la abrace y deje que apoyara su frente en mi hombro para que llorara todo lo que necesitaba, para que sacara de su cuerpo esa rabia y ese dolor. 
No podía hacer más y eso me mataba también. 



| 19 de noviembre de 2013 | 4 comentarios |
Me siento cansada y adolorida, la piel de mis muñecas y tobillos arde pero al menos ha dejado de sangrar.
Suelto un suspiro, agotada. Necesito descansar, necesito que dejen de usarme, duele… duele demasiado.
Acaricio las cuerdas que rodean mis muñecas, aquellas que me mueven al antojo de quien juega conmigo. He intentado cortarlas, pero es imposible, no tengo la fuerza suficiente.
Estiro mi rodilla derecha y escucho (y siento) el crujido de mis articulaciones. Un grito de dolor y rabia quiere escapar de mi garganta pero lo ahogo, me muerdo con fuerza el labio e intento respirar de nuevo. Puedo sentir el sabor de la sangre en mi lengua, mis dientes han vuelto a perforar mi carne.
Quiero recostarme, dormir toda una vida, pero solo puedo permanecer sentada, mis hilos impiden que me mueva.
Escucho pasos y sé que vienen por mi otra vez.
¿Por qué no me dejan tranquila?
¿Por qué juegan conmigo? No quiero ser más la marioneta, no quiero que me manejen a su antojo. Quiero que deje de doler.
Siento como tiran de mí para que me levante y una falsa sonrisa se dibuja en mi rostro. Estoy tan acostumbrada a aparentar que ni siquiera debo pensarlo.
Es más fácil si me dejo llevar, al menos así tiran menos.


Al final solo soy una maldita muñeca, un juguete, no importa lo que sienta, solo existo para alegrar a los demás.